El 29 de octubre es el Día Mundial de Prevención del ACV o accidente cerebrovascular, también conocido como ataque o derrame cerebral.
¿Cómo se puede prevenir al detectar las primeras señales?
Respecto a las señales a los que hay que prestar atención y que deberían provocar la consulta, tanto las dificultades en el habla como las cefaleas, el adormecimiento de los miembros, el vértigo y los mareos y la pérdida de orientación y conocimiento, son algunos de los signos.
“Ante la aparición de estos síntomas, se deben tomar medidas URGENTES. Llamar una ambulancia y realizarte una TOMOGRAFÍA son los primeros pasos para prevenir y tratar el ACV, porque cada segundo cuenta”
¿Cómo se puede prevenir adoptando conductas saludable?
El 80% de los casos podrían evitarse. Para eso, DMI te aconseja adoptar varias conductas saludables para disminuir la probabilidad de sufrir un evento mediante:
- Conocer tu presión arterial.
- Averiguar si padecés arritmias (como la fibrilación auricular).
- Si fumas, deja de hacerlo.
- Conocer si tu colesterol es normal.
- Si sos diabética, seguí las indicaciones de tu médico para controlar la enfermedad.
- Realizar ejercicio regularmente.
- Consumir alimentos bajos en sodio y grasas.
- Realizar controles Médicos en forma regulares
¿Qué factores contribuyen a que se produzca un ACV?
Los factores de riesgo comprobables son bastante conocidos por la población, debido a que son los mismos que para la enfermedad coronaria y el infarto cardíaco:
Hipertensión Arterial: Es el factor de riesgo más frecuente; está presente en casi el 80% de los pacientes que sufren un ataque cerebral en la Argentina.
Diabetes: El control de la diabetes es esencial. En la Argentina, el 22% de los pacientes que sufren un ataque cerebral es diabético.
Alcoholismo: El consumo excesivo de alcohol tiene una estrecha relación con el riesgo de sufrir hemorragias cerebrales.
Cigarrillo: El riesgo de sufrir un ataque cerebral aumenta entre un 50% y un 70% en fumadores y el impacto es mayor en mujeres.
Colesterol elevado: El colesterol aumenta el riesgo de que se tapen las arterias, incluidas las que van al cerebro.
Otros factores de riesgo que pueden ser controlados incluyen:
Sedentarismo: La falta de actividad física puede aumentar el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
Drogas ilícitas: La cocaína y otras drogas se asocian a una mayor frecuencia de ataques cerebrales.
Obesidad: La obesidad es un importante factor de riesgo y su presencia potencia a otros factores