Las dolores en las articulaciones durante el invierno pueden ser causadas por varias razones:
Cambios de temperatura: Las bajas temperaturas pueden afectar las articulaciones, haciendo que los tendones, músculos y ligamentos se contraigan, lo que puede causar rigidez y dolor.
Mayor humedad: En algunos lugares, el invierno puede traer consigo mayor humedad, lo que puede afectar a personas con problemas articulares como artritis, ya que la humedad puede aumentar la sensibilidad en las articulaciones.
Menos actividad física: Durante el invierno, es posible que las personas sean menos activas físicamente debido al clima frío o las condiciones climáticas adversas. La falta de movimiento puede llevar a rigidez y dolor en las articulaciones.
Para manejar estos síntomas, es importante mantenerse activo físicamente, mantener las articulaciones calientes, usar ropa adecuada, y en algunos casos, consultar con un médico para considerar opciones de tratamiento o manejo del dolor.